Por: José Gerardo Candamil Pinzón.

El 07 de marzo de 2021 los suizos sometieron a referendo (una práctica que han mantenido por centurias como proyección de la democracia directa) por el SI o NO prohibir el uso de la burka, (la prenda que cubre la cara). Esta es una vestimenta que tiene una connotación religiosa dentro del islamismo. Por 51.2% el pueblo suizo decidió prohibir el uso de la burka en espacios públicos.

El tema de la prohibición no es reciente y sigue siendo álgido y peligroso. El debate se ha extendido a todos los Estados europeos <<cuna de la cultura occidental>> y ha llegado incluso a los estrados judiciales de la Corte Europea de los Derechos del Hombre en Strasbourg (La Cour européenne des droits de l’homme).

En el año 2011, una dama francesa acudió a la Corte de Strasbourg para invocar el amparo de su derecho de libertad de expresión y de libertad de religión. Su contrato laboral con una entidad oficial de Francia no había sido renovado bajo la razón de haber vulnerado el sagrado principio de laicidad que implica para los empleados oficiales el deber de neutralidad : se negó a dejar de usar la burka en sus horarios de trabajo y alegó que la no renovación llevaba de fondo una discriminación por su devoción al profeta y al Corán.

En su defensa, el Estado francés argumentó que por la vía del artículo primero de la constitución política, en la república, Francia tiene y aplica un estricto principio de laicidad, con un correlativo deber de neutralidad que exige de los funcionarios públicos entre otras obligaciones el no uso de prendas que tienen un sentido religioso y que provocan reacciones que alteran la tranquilidad y el orden que la laicidad, preconiza.

La Corte, muy ponderada consideró que es evidente que a la demandante la ampara el derecho a la libertad de conciencia y el derecho a la libertad religiosa. Pero que como funcionaria del Estado francés, en el ejercicio de sus funciones está obligada a no usar signos que marquen su afiliación religiosa. Agregó, que en una sociedad democrática cuyos principios son la laicidad y la neutralidad religiosa, es legitimo y proporcional prohibir el uso de la burka en los espacios oficiales y de atención al público.

En conclusión : el funcionario debe tener una apariencia neutral para preservar el principio de laicidad y la neutralidad derivada. La injerencia del Estado francés con la prohibición es legítima y proporcionada. (AFFAIRE EBRAHIMIAN V. France R.64846/2011 FALLO 26-02-2016. Lea en : https://hudoc.echr.coe.int/fre#{%22itemid%22:[%22001-158878%22]}

El 07 de marzo de 2021, en referendo, los suizos con un 51.2% votaron SI  a la prohibición del uso de la burka en los espacios públicos. La propuesta fue liderada por el partido que encarna los principios que pueden enmarcarse en la derecha.

El debate ha provocado una fuerte división en la sociedad suiza pues parece que en realidad solo se trata de una estrategia que busca veladamente – ni tanto – reforzar el rechazo a la migración con llamados a evitar «el extremismo>> curiosamente « por ocultar el rostro ». Parece un chiste cruel que la propaganda coincidiera con estos tiempos de tapabocas.

El debate, es supremamente importante, pues bastará recordar que así se vieron nacer épocas nefastas de la humanidad.

Los puntos de vista van desde cómo la burka choca con los valores occidentales ; o cómo la burka es un símbolo de un ataque al genero y que prohibiendo su uso en occidente se apoya a las mujeres musulmanas en contra de un instrumento discriminatorio y de dominación patriarcal ; o es una estrategia de la derecha para provocar el nacionalismo. La propaganda ut supra, habla sola.

Esto me lleva a recordar una parte del relato de la novela el callejón de los milagros del Premio Nobel de Literatura de 1988, NAGUIB MAHFUZ, nacido en los viejos barrios de El Cairo y profundo narrador de la cultura árabe y del Islamismo, el amor al profeta y el Corán:

« Muchos son los detalles que lo proclaman: el callejón de Midaq fue una de las joyas de otros tiempos y actualmente es una de las rutilantes estrellas de la historia de El Cairo. ¿A qué El Cairo me refiero ? ¿Al de los fatimíes, al de los mamelucos o al de los sultanes ? La respuesta solo la saben Alá y los arqueólogos. […] Sus raíces conectan, básica y fundamentalmente, con un mundo profundo del que guarda secretos muy antiguos. […] El café se había empezado a llenar. […] cerca de la puerta había un hombre sentado, de unos cincuenta años, vestido con una galabieh cuyo cuello prolongábalo una de esas corbatas que gustan de lucir los señores que se precian de vestir a lo occidental »

Entonces, estamos seguros que imponer por la vía del derecho el modo de vestir occidental, ¿es el camino justo para evitar el extremismo? Pronto prohibirán las corbatas en oriente.